La línea de 4 y los “llegadores” dominan el pizarrón alemán

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Juan Pablo Varsky
Para LA NACION

MUNICH.- Hace 20 años, el seleccionado argentino ganaba el Mundial de México al comando de un sublime Maradona y con el respaldo de un equipo que impuso un nuevo paradigma táctico. La línea de tres defensores tuvo sus quince años de dominio, con ejemplos tan disímiles como el Barcelona de Cruyff, la Alemania de Beckenbauer o las selecciones de Passarella y Bielsa en las dos últimas copas. Hoy, muy pocos seleccionados utilizan este sistema.

Costa Rica ensayó con dos laterales y dos centrales, pero los malos resultados convencieron al DT, Alexandre Guimaraes, de volver al formato más conocido por sus futbolistas. También Croacia, México y Japón presentarán modelos similares. La inclusión del tercer zaguero permite la incorporación simultánea de los dos encargados de la banda ancha, algo muy bien aprovechado por el Brasil de Scolari en el último Mundial. Pero la regla de tres dejó de ser solución para transformarse en problema debido al muy poco tiempo de trabajo disponible para lograr el funcionamiento. Además, requiere máxima concentración en los defensores, siempre tentados a mirar la pelota y no a su marca en la zona caliente.

En Alemania 2006, la gran mayoría prefiere la cobertura zonal, marcando al espacio y no al hombre. Brasil, Argentina, Holanda, España, Italia, Inglaterra y hasta Alemania (gran defensora de los tres en el fondo) arrancan el Mundial con la tradicional línea de cuatro. Por supuesto, no se puede hablar de tácticas sin nombres propios. Por características y sin establecer jerarquías, no es lo mismo Cafú que Burdisso para el mismo puesto. Habrá más defensores y menos delanteros tanques. El italiano Toni, el australiano Viduka y el checo Koller representan a los gladiadores, en retirada para esta Copa. Este será el Mundial de los llegadores, esos nueve y medio que pisan el área sólo para el último toque. Camuflados detrás de los volantes y negándoles referencias a los defensores, se van derecho al gol, libres de marcas. Como Burruchaga, hace 20 años...