Se ha formado una pareja

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La cocina de la selección
Por Facundo Quiroga

Todo un tema fue la conformación de las habitaciones dentro del plantel. La elección no se hizo al voleo, claro. El autor intelectual de las parejas tiene nombre y apellido: Marcelo Roffe. Es el psicólogo de la Selección, hombre de confianza de Pekerman y también de la mayoría de los jugadores, a quienes conoce desde los tiempos de juveniles. Tras mucho analizar las personalidades de unos y otros, juntó a: Scaloni-Tevez (son los bromistas del grupo); Sorin-Franco (leen hasta muy tarde); Riquelme-Coloccini (amigos de la época en el Villarreal); Messi-Ustari (los chiquitines, comparten el Play Station); Abbondanzieri-Heinze (la voz de la experiencia); Ayala – Cufré (marcadores centrales y además tipos aplacados); Mascherano – Palacio (pegaron onda desde el vamos); Burdisso – Milito (carne y uña); Maxi Rodríguez-Lucho González (la competencia por el puesto no quita que se lleven fenómeno); Cambiasso – Cruz (hay afinidad por la convivencia en el Inter); y Aimar –Saviola (inseparables desde la época de River). Cualquier lector inteligente se dará cuenta de que hay once piezas para veintidós jugadores. ¿Quién falta? Crespo. Pobre, lo mandaron a dormir en penitencia solo porque ronca mucho.